Barquitos de Papel

Notas perdidas, abandonadas en facturas de teléfono, en envoltorios de galletitas, en bordes de diarios y revistas, como barcos de papel. A veces ni siquiera llegan a cobrar vida con la tinta y quedan atrapadas en la memoria, diluyéndose con el tiempo. Mensajes para mí más que para otros, aunque tal vez a otros también les puedan servir. Por lo menos, de este modo, los comparto y, además, les doy un destino para que no vayan naufragando por los rincones, olvidados.

28 marzo, 2007

NONI

Estuve lejos este verano. Acá cerca y bien lejos. Conocí un lugar al que no había llegado nunca. En ese lugar había dolor. Mi abuela me mostró ese lugar y me enseñó algo que me faltaba aprender. La profundidad del dolor, la fuerza para enfrentarlo, la energía para exprimir lo mejor de cada día. A pesar de todo. Incluso, de saber, finalmente, que todos los días son una bienvenida y una despedida a la vez. Mi abuela me enseñó, sin decirlo, que de ese lugar lleno de muros fríos y sombras, se sale por arriba, elevándose en un amor tan espontáneo como el que naturalmente de ella puede surgir.