Primitivos vs Mutilados
Perdimos. Y sufro, viejo. Sufro por el fútbol. Una vez una piba me dijo que era “primitivo”. Como si eso fuera a ofenderme. Lógico. Es primitivo, es irracional, es piel, es corazón con taquicardia, es manos transpiradas, es afonía, es ojos rojos, es abrazo con el amigo, con el viejo, o con el que no conocés ni vas a conocer, es la vida en un segundo que la pelota tarda en pasar una línea y en definir un resultado. Es una ficción, la más linda de todas. Es la película que vivo con otros hinchas, los de la orda que comparto. Es masa, y?. La gran masa en una voz. Son miles de brazos al aire junto a los míos. Siento a mi equipo y a mi hinchada como una extensión mía y por eso no imagino la vida de los que le son indiferentes a esta locura. Se ofenderán, pero están mutilados, como si no tuvieran un brazo, o una gamba. Mutilados, y eso es peor que ser primitivo.